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Viajes, diseño y surf alrededor del mundo

Una entrevista a Carlos Rollán, alumni de BAU, viajero empedernido y apasionado del surf, la ilustración y la fotografía

¿Quién no ha soñado con algo así? Muchos los soñamos, pero pocos nos atrevemos a hacerlo. Para Carlos Rollán, alumni de BAU, su pasión por el surf y la fotografía convirtieron el sueño en realidad.

Rollán, nacido en Madrid pero criado en Barcelona, cursó los estudios de Grado en Diseño en BAU entre 2011 y 2016; durante esa etapa disfrutó de una beca Erasmus en NABA Milano y realizó prácticas en el estudio Mariscal y en el Frank Studio de Milán. Un viaje a Marruecos y las Azores le sirvió de base para su Trabajo Final de Grado. Y por si todo esto fuera poco, durante el mismo periodo realizó múltiples viajes por Francia, Indonesia, México, Portugal, Marruecos, Canarias, Noruega, la República Checa o Hungría, muchos de ellos relacionados con la práctica del surf.

Tras un año de trabajo intensivo como diseñador gráfico junior en el estudio Óbal, que simultaneaba con fines de semana en la escuela de surf Pukas de Barcelona, zarpó rumbo a Australia, donde acabó formándose en marketing y small business.

Después de casi dos años trabajando como diseñador gráfico senior en el estudio Will And Bear,  en Byron Bay, en la costa este de Australia, y de realizar desplazamientos por Sri Lanka, Australia e Indonesia, terminó instalándose en Noruega, donde estableció su estudio, Sixfootfour, además de trabajar como diseñador gráfico senior en Studio Geist.

Carlos Rollán se considera un viajero empedernido, fascinado por la fotografía, el diseño y la ilustración; empujado por su curiosidad, el amor al surf y el afán de aventura, entre sus recuerdos más potentes destaca la migración de las ballenas en la costa de Australia, las auroras boreales en Noruega, el sol de medianoche en el Ártico e infinidad de momentos vividos en el mar.

Nada mejor que poder pasar el tiempo en la naturaleza, rodeado de flora, fauna y paisaje, algo que ahora mismo, en confinamiento, todos echamos de menos. Desde su base de operaciones Noruega, Carlos nos ha respondido a unas preguntas sobre su futuro como diseñador.

 

Carlos,  ¿crees que el diseño es una profesión de futuro? ¿En qué sentido?

Creo que el diseño ha sido, es y será una profesión de futuro. El diseño siempre ha estado a la vanguardia de la sociedad. Es una profesión de futuro en el sentido que está en constante mutación. Mientras haya futuro para la humanidad, va a haber un futuro para el diseño, y creo que siempre con una condición primordial, la condición de la comunicación.

¿Cómo crees que afectará la crisis provocada por la COVID-19 a tu trabajo como diseñador? ¿Tienes alguna estrategia en mente para capearla? O ¿qué cambios prevés que te verás obligado a hacer?

En un mundo donde la información es poder, el diseño juega un papel muy importante a la hora de comunicar. Ya sean noticias, datos, los valores detrás de una marca… Creo que la COVID-19 ha afectado más positiva que negativamente a la figura del diseñador. Nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de dar una buena imagen a un público consumidor.

Aunque la economía se haya ido al garete por el hecho de consumir productos de primera necesidad, el cómo vendes Este producto de primera necesidad va a repercutir en los números. Usar el diseño como una herramienta para persuadir es básico para los comerciantes, y diferenciarse de la competencia mediante el diseño es un valor en alza en estos tiempos de incertidumbre.

La estrategia para capear la crisis provocada por la COVID-19 es ampliar horizontes, tratar de expandir tu cartera de clientes a nivel internacional. Ha quedado demostrado de una vez por todas que el teletrabajo es posible. Si estamos conectados a una red que por suerte no entiende de fronteras, ¿por qué no aprovecharlo?

Y por último, ¿crees que es importante para un diseñador la formación continua? ¿Tienes pensado seguir formándote?

Considero la formación el pilar fundamental de nuestro gremio. Una persona que depende de las tendencias que su propia profesión dictamina y crea constantemente, es una persona esclava a la constante formación, sea de la manera que sea. Sobre todo, hojear y ojear. Una de las cosas que me planteo es cursar un máster en BAU porque creo en el sistema educativo del centro y guardo muy buen recuerdo de mis años como estudiante universitario. ¡Echo de menos a BAU!

Lo cierto es que aprender está en todo lo que nos rodea, somos increíblemente privilegiados de ser capaces de aprender olores, texturas, sabores, colores, sentimientos, datos, información… ¡En nuestro día a día! Nuestra capacidad cognitiva es asombrosa y es un puzzle en constante construcción, así que aunque uno no quiera, va a tener que seguir ampliando su formación si quiere seguir con un pie dentro de la industria. ¡Qué placer es el aprender!

Sigue a Carlos y a su estudio en Instagram

 

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