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Costanza Baj, Alumni de BAU, revela los secretos detrás del éxito de ‘Beyond The Fringe’

La exalumna del Máster en Animación Stop Motion comparte su viaje de autodescubrimiento en el fascinante mundo de la animación

El talento de los estudiantes de BAU brilla en la escena internacional de la animación, como evidenciado por el reciente triunfo de «Beyond The Fringe» en el European Student of the Year Award. Entre las artífices de este destacado proyecto se encuentra Costanza Baj, Alumni del Máster en Animación Stop Motion –junto a las también Alumni Han Tang y Giulia Zanette. En esta entrevista, exploramos los orígenes de su dedicación a la animación stop-motion, la motivación detrás de su elección de estudiar en BAU, y los desafíos y decisiones creativas que dieron vida a «Beyond The Fringe». Desde la inspiración inicial hasta el impacto emocional del uso de técnicas de stop-motion, Costanza comparte su viaje de autodescubrimiento en el fascinante mundo de la animación.

 

 

PREGUNTA: ¿Cómo y cuándo decidiste dedicarte a la animación stop-motion?

RESPUESTA: No es fácil dar una respuesta concreta. Si lo pienso, podría rastrearlo hasta los dibujos animados stop-motion que me fascinaron tanto cuando era niña o los microvideos que hice de adolescente con mi hermano. Sin embargo, digamos que nunca lo consideré realmente como un camino verdadero hasta que conocí a personas que realmente se dedicaban a ese mundo y me dieron un fuerte impulso. Para mí, fue como descubrir que hay un mundo posible donde convergen mis mayores pasiones: el cine, la fotografía, la marioneta, el diseño de escenografía, las miniaturas, etc.

 

¿Qué te motivó a estudiar el Máster en Animación Stop Motion en BAU?

Conocía la existencia de este curso gracias a algunas investigaciones en internet. Me gradué en diseño de escenografía y en ese momento estaba buscando cursos generales de animación o programas de máster, sin conocer la existencia de cursos más específicos. Google me ayudó a encontrar el Máster en Animación Stop-Motion en BAU y, poco después, tuve la suerte de conocer a Stefano Bessoni, un artista y profesor italiano especializado en stop-motion e ilustración, durante un taller. Fue él quien me recomendó encarecidamente el curso y me motivó a inscribirme.

 

¿Cómo surgió la idea detrás de «Beyond The Fringe»? ¿Fue una inspiración particular o una evolución natural del proceso creativo?

Cuando formamos el grupo para el cortometraje, solo nos conocíamos desde hacía dos meses. Sabíamos que encontrar un terreno común no sería fácil. Empezamos lanzando diversas ideas al «caldero» –poemas, pinturas, conceptos personales– pero no lográbamos conectar de ninguna manera. Decidimos centrarnos en aspectos importantes para los tres: encontrar una historia que pudiera contar un poco de cada uno de nosotros más una técnica que sirviera a la narrativa. Entre las primeras ideas y referencias, destacamos especialmente el collage «Ícaro» de Matisse y el cortometraje «Ties» de Dina Velikovskaya. Además, tuvimos la inmensa fortuna de participar en las clases de Paul Bush. Sus lecciones sobre pixelación tuvieron un impacto significativo en nuestro grupo, por lo que decidimos integrar la técnica en el cortometraje. Así, poco a poco, nuestro personaje de papel y su desafiante viaje de maduración cobraron vida.

 

Ícaro – Matisse

 

¿Qué papel desempeñó cada miembro del equipo en la conceptualización y producción de la película?

Desde el principio, tomamos la decisión de trabajar colaborativamente, con el objetivo de participar juntos en todas las fases del proyecto: concepción, storyboard, fabricación, animación y postproducción. Cada uno de nosotros aportó antecedentes y conocimientos diferentes, lo que nos permitió apoyarnos mutuamente de manera efectiva. Han, además de ser actriz teatral y directora de acción en vivo, también es guionista; Giulia es animadora 3D, mientras que yo provengo de estudios de diseño escénico para teatro y cine.

 

¿Puedes compartir algunos desafíos específicos que enfrentaste durante la producción y cómo los superaste?

Sin duda, un desafío significativo fue tratar de no mover la cámara ni siquiera medio milímetro durante todo el período de animación. Cualquier movimiento de la cámara significaba pasar horas adicionales tratando de recuperar el punto exacto para que la animación fluyera sin problemas. A medida que se acercaba la fecha límite, la fatiga comenzó a aparecer y incidentes como estos eran propensos a ocurrir, dificultando la gestión efectiva del estrés. Enfrentamos muchos momentos difíciles y, a veces, había tensión dentro del grupo. En esos momentos, lo único que podíamos hacer era recordarnos a nosotros mismos que los tres estábamos decididos a terminar el cortometraje lo mejor posible. Beber mucho café fue de gran ayuda, pero especialmente compartir alegrías y penas con todos nuestros compañeros de máster al final del día.

 

 

La película emplea varias técnicas de animación stop-motion. ¿Cómo decidiste qué técnicas serían más efectivas para contar la historia?

Este fue un punto que pensamos desde el principio del proyecto. No queríamos que la stop-motion fuera simplemente otra técnica para narrar nuestra historia; queríamos que fuera una parte integral de la narrativa en sí misma. La stop-motion, para nosotros, es una forma de dar vida incluso a lo más inanimado. Así que elegimos una hoja de papel en blanco para convertirse en la protagonista. Al desarrollar la historia, nos centramos en las emociones que queríamos transmitir, determinando la técnica que podría comunicarlas de manera efectiva.

 

El uso de papel hecho a mano es notable en la obra. ¿Cómo influyó esta elección en la narrativa y la conexión emocional que esperabas lograr?

Optar por animar un material como el papel planteó un desafío práctico. Un simple aliento de aire o un mal movimiento podían comprometer una secuencia de fotogramas. Sin embargo, eso se alineaba precisamente con lo que queríamos transmitir: la delicadeza e inestabilidad de nuestro personaje, adentrándonos en sus fibras internas. Elegimos papel hecho a mano porque nos permitía apreciar mejor la textura. Las fibras a lo largo de los bordes rasgados ayudaron a infundirle un sentido de vida y movimiento al personaje. En el cortometraje, parecen moverse con el viento, pero tuvimos que tocarlas suavemente con la punta de los dedos en cada fotograma. El material es innegablemente una parte fundamental para comprender la narrativa simbólica, y en este caso, a través de la stop-motion, es posible apreciar su naturaleza.

 

¿Cómo se siente haber recibido todos estos premios?

Haber trabajado en el proyecto con corazón y alma es realmente gratificante, y me siento verdaderamente agradecida, así como sinceramente sorprendida. Ninguno de nosotros esperaba tal reconocimiento, y personalmente, me siento mucho más motivada y alentada a seguir explorando el mundo de la narración a través de la técnica stop-motion. | Más sobre Costanza Baj

 

Teaser from Beyond TheFringe on Vimeo.

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