¿Cuatro años pueden quedar sintetizados en una sola imagen? Este es el objetivo esencial de una orla. Toda promoción queda inmortalizada en una orla que explica su pasado y la proyecta hacia el futuro.
Como ya es tradición en BAU, un alumni del centro ha recibido el encargo de conceptualizar y diseñar la orla de la última promoción del Grado en Diseño. Este año, la responsabilidad ha recaído en Oriol Gil, graduado en 2018, que ha tenido el honor de firmar la orla de la décima promoción.
Una propuesta que refleja “cómo después de la pandemia hemos puesto en valor las relaciones humanas respecto al mundo digital. Gil ha trabajado en la orla de una promoción que académicamente ha vivido dos etapas muy diferentes, dos años de normalidad y dos de distancias y restricciones”.
El diseñador Oriol Gil se graduó en BAU en 2018 y actualmente vive y trabaja en Londres. © HemingwayDesign
“Este proceso, un híbrido de una comunidad física y una digital, me parecía un punto de partida interesante”, explica Gil, “además de cambiar ciertas jerarquías visuales para enfatizar toda esta serie de cambios”.
Igual que los alumni que lo han precedido, como Paula de Álvaro, Nil Comí y Arnau Pi, para Gil el diseño de la orla ha sido una oportunidad única para recuperar su propia experiencia en BAU y recuperar aprendizajes y referencias.
Barcelona, Ámsterdam, Londres
En este sentido, como fuente de inspiración, Gil destaca el diseñador gráfico holandés Wim Crouwel. “Encontré un diseño de los años 60 con una tipografía que simbolizaba los primeros años de universidad, de comunidad y de experiencias compartidas”.
A partir de aquí, el reto fue “transformar esta referencia en un elemento que fuera contemporáneo y que representara estos dos últimos años. Edité la tipografía y la trasladé a un contexto digital que cierra el círculo del concepto”.
Wim Crouwel sirvió de inspiración a Oriol Gil para diseñar la orla de la décima promoción del Grado en Diseño
¿Cómo ha vivido Gil la transición de las aulas al mundo profesional? “Los primeros años nunca son fáciles, pero es un proceso necesario y del que aprendes mucho sin darte cuenta. Pasas de diseñar para ti mismo a diseñar para un cliente en un contexto determinado y con un equipo entero detrás del que eres una pieza más”.
Una vez graduado, Gil trabajó un año en Grande Studio, cofundado en 2016 por el también alumni Vicente Ruiz. “Aprendí la importancia de la exigencia, de ser meticuloso, y de crear a partir de la prueba constante. Vicente y Jorge [Alavedra] son diseñadores en mayúsculas que aman la profesión, y te acabas empapando de esta determinación”.
Pruebas de tipografía durante el proceso de diseño de la orla
En 2020 se trasladó a Londres para trabajar en HemingwayDesign, estudio multidisciplinario especializado en proyectos públicos de regeneración. “Me ha ayudado mucho a tomar perspectiva entre lo que aprendes en la universidad y el mundo profesional, especialmente en clave social”.