
Habitar la incertidumbre y el mensaje de la crisis
En un artículo publicado en la revista cultural argentina Be Cult, el Dr. Jaron Rowan, Director de Investigación y de la Unidad de Doctorado de BAU, analizaba algunas de las consecuencias de la crisis provocada por la COVID-19 sobre la sociedad y nuestra manera de ver el mundo.
El artículo se inicia con un repaso histórico a la interpretación de las crisis o situaciones excepcionales por parte del ser humano. Desde la Antigüedad, en la que creían que se trataba de mensajes de los dioses, hasta la modernidad, que con la aparición de las ciencias naturales dejaba de pensar en significados para centrarse en entender causas y consecuencias.
El artículo sigue narrando la aparición de los dos tipos de ciencias: las dedicadas a entender los fenómenos naturales y las dedicadas a la vida social o, en otras palabras, naturaleza y cultura. Y nos habla de cómo la aparición de la pandemia ha generado diversidad de respuestas tratando de explicar su significado. Respuestas insuficientes para entender un fenómeno con demasiadas variables, condicionantes, intereses y realidades. Una crisis que pone en crisis todo lo que conocemos, todo nuestro mundo.
El Dr. Rowan apunta a que no hay disciplina de conocimiento capaz de abordar la complejidad de la pandemia y propone: «Necesitamos deshacernos del pesado yugo moderno para elaborar saberes indisciplinados y promiscuos, capaces de abordar este embrollo desde la humildad y la incertidumbre. Aceptar que esta crisis va a afectar a los seres humanos y no-humanos de formas muy diversas y desiguales».
Nos habla de las contradicciones de nuestra realidad en la que lo que es un problema para los humanos, es una bendición para las aves; de que la fe ciega en el progreso científico nos ha hecho subestimar la fuerza de la biología.
Cita a Timothy Morton y su concepto del hiperobjeto, objetos que por su tamaño, complejidad, escala temporal o magnitud, escapan a la comprensión humana. Nos dice que «es esencial no perder la calma y saber habitar la incertidumbre. Aprender a cuidar y a cuidarnos. Aceptar que no todo tiene un significado ulterior».
También cita a Donna Haraway, que decía que todos los saberes son parciales y situados. Y termina diciendo: «Frente a esta crisis está claro que las ciencias van a ser importantes, pero igualmente valiosas van a ser las artes, la música, el diseño o la poesía».
Podéis leer el artículo completo aquí.