El último proyecto expositivo multidisciplinar promovido por la Sala Apolo de Barcelona en el Poble Sec, ART MEETS APOLO, cuenta con una obra interactiva de Mónica Rikić, donde la premisa se basa en juntar el mundo del clubbing nocturno -desenfrenado y caótico- con el arte de galería -contemplativo e inmóvil-.
ART MEETS APOLO – en colaboración con la Galería LAB36, paralela a Galería Senda, y la agencia cultural Screen Projects a través de LOOP Barcelona- pretende establecer en el centro de la vida nocturna de la ciudad un diálogo entre la escena musical i la escena artística-plástica, encargando a una selección de artistas no musicales emergentes y de renombre una serie de piezas que invadan el espacio de la sala. De esta manera, se estrechan lazos entre estas dos realidades y se consigue promover la cultura local de Barcelona en un mismo lugar, sea cual sea su campo de acción.
Rikić se hace con la entrada de Apolo
Psychoflage es el nombre con el que la barcelonesa ha titulado esta instalación, ubicada en el hall principal de la sala. Se trata de una conjunción de módulos electrónicos hinchables, de formas y colores varios, que van modificando su forma e iluminación mediante un sistema de inteligencia artificial que influye en su comportamiento.
Mónica Rikić (Barcelona, 1986) es artista licenciada en Bellas Artes cuya obra se centra en la exploración del arte desde la práctica digital e interactiva, hibridando sus piezas con el mundo de la robótica. Especialista en arte digital y programación creativa, Rikić ejerce de docente en el Máster en Innovación Visual y Entornos Interactivos.