Entrevista a Mar de Alvaro, alumna de Bellas Artes y becaria para el Manifesta 15

La 15a edición de esta bienal nómada de arte contemporáneo y arquitectura se celebrará en Barcelona y en toda su área metropolitana del 8 de septiembre al 24 de noviembre

La bienal nómada europea Manifesta llega a Barcelona en su 15a edición para seguir su estela como evento de referencia en el arte contemporáneo del continente y continuar, así, problematizando y discutiendo sobre el futuro que le depara a la arquitectura y al arte que está por venir; una cita del 8 de septiembre al 24 de noviembre para la que BAU aportará su grano de arena. En este contexto, Mar de Alvaro Martín, alumna de segundo del Grado Universitario en Bellas Artes, es una de las becarias que participará apoyando al equipo del Manifesta 15 durante estos meses y hemos podido comentar con ella lo que implica esta experiencia. 

 

  • Explícanos qué funciones haces en esta edición del Manifiesta.

Mis tareas principalmente consisten en apoyar al departamento de Educación y Mediación de la Bienal. Así pues, estoy en contacto con las mediadoras para proporcionar el material necesario sobre las obras, preparo presupuestos para algunos artistas, busco posibles ponentes para charlas de formación para las mediadoras… Por lo que respecta al departamento de Educación, el trabajo se centra en la exposición que se hará en la [sede de la Editorial] Gustavo Gili; por eso, de vez en cuando, tengo que ir a recoger materiales para alguna obra, echar una mano con la publicación del libro…

  • ¿Cómo pudiste acceder a esta beca?

Pues Lúa [Coderch, jefa de estudios del Grado en Bellas Artes] nos compartió la posibilidad de hacer estas prácticas en Manifiesta y decidí presentarme, ya que me pareció una oportunidad muy interesante.

  • ¿Nos podrías comentar qué implica que la 15a edición del Manifiesta se celebre en Barcelona? ¿Sabéis qué impacto tendrá para la ciudad?

Justamente, una de las cosas que encuentro más interesantes de Manifiesta 15 es su apuesta por la descentralización, que permite que la bienal se distribuya por varios municipios del territorio. Creo que esto no solo ampliará el impacto más allá de Barcelona, sino que también llegará a personas que, quizás, habitualmente no visitarían una bienal.

Por otra parte, me parece que Manifiesta 15 busca establecer nuevas conexiones con infraestructuras locales —muchas de las cuales acogerán las exposiciones— que, a pesar de darle identidad al territorio, a menudo no encuentran su espacio en la actualidad. Estas arquitecturas resuenan con las temáticas de la edición: el equilibrio de conflictos, las curas y el potencial de imaginar futuros. Por ejemplo, «Les Tres Xemeneies», una antigua central térmica en desuso, se alinea con la premisa de imaginar futuros, planteando cuestiones sobre la posible reinvención de espacios. Por este motivo, creo que el impacto será positivo, porque abre diálogos con el territorio anclándose en espacios concretos y, en vez de quedarse en el aire, se acercan a las comunidades locales que acogen la bienal.

  • ¿Y para ti? ¿Cómo extrapolarías todo el trabajo que haces en Manifiesta a tu aprendizaje?

El trabajo en Manifiesta me está aportando una nueva perspectiva como estudiante de Bellas Artes. Creo que para mí es fundamental entender qué equipos, gestiones, actividades… hacen posible que una exposición se mantenga, ya que a menudo este aspecto no se conoce mucho. Ahora que estoy entrando en contacto con ello, me parece que es muy valioso, no solo para entender como trabajan los equipos que sostienen una exposición, sino también para saber qué esperar en el futuro, cuando me dedique al arte y no solo a la gestión.

Por otro lado, estas prácticas me ofrecen una visión más real y afín del sector y, en este sentido, me parece una inmersión muy valiosa.

  • ¿Qué es lo que más valoras de esta experiencia?

Creo que lo que más valoro es poder entender cómo se gestiona y organiza un proyecto como el Manifiesta. Me refiero tanto a las bases éticas y conceptuales, y a las premisas bajo las que se construye, como el aspecto práctico. Por un lado, es muy interesante ver como se replantea, por ejemplo, el significado de mediación en una exposición, como los mediadores buscan redefinir las relaciones entre ellos y el público, generando un espacio de encuentro que huye de la figura del guía que presenta una verdad como única.

Por otro lado, valoro mucho poder observar y aprender otras cuestiones más prácticas, como, por ejemplo, en qué departamentos se organiza un equipo tan grande, qué figuras esenciales pero a menudo invisibles participan en el montaje de una exposición, cómo se llegan a acuerdos con Ayuntamientos, como se redactan contratos… Creo que esto me será de gran ayuda de cara al futuro.

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