David Martín, docente en BAU: «Las rotulaciones antiguas forman parte de nuestra historia como sociedad»

Hablamos con el diseñador experto en comunicación gráfica que, además, cuenta con un gran recorrido en la enseñanza en esta casa

Si preguntan, David Martin es, probablemente, el docente más purista de BAU. El más purista y el más idealista. Su amor por el diseño le ha llevado a especializarse en mil y una disciplinas: sabe de tipografía y sus orígenes, sabe cómo debe presentarse una marca en una estantería, entiende como un espacio tiene la habilidad de comunicar. Docente en Grado y en Másters, David nos ha abierto su pequeño mundo interior para hablar un poco de todo, como lo que hace él en lo profesional.

 

P. ¿Nos puedes explicar a grandes rasgos tu recorrido profesional?

R. Mientras estudiaba, hice un Erasmus en Kent, Inglaterra, que me permitió comparar los conocimientos propios del diseño suizo que estaba aprendiendo aquí con una manera de enseñar y entender el diseño mucho más creativa. Esta experiencia me abrió mucho la mente tanto a nivel personal como profesional.

Una vez acabados los estudios, empecé a trabajar en una agencia de branding y packaging, introduciéndome en el mundo profesional. Era una agencia pequeña, cosa que me permitió, desde el principio, contactar directamente con clientes y proveedores, aprendiendo todo aquello que la escuela no te puede enseñar.

Pronto, aún así, me fui por mi cuenta, primero en Palamós, donde, como estudio, ganamos un pequeño concurso de identidad turística que nos abrió varias puertas. Paralelamente, empecé muy rápido a hacer de profesor en escuelas de arte y diseño, impartiendo clases en ciclos formativos de gráfica publicitaria.

En una segunda etapa, me asocié con Eduard Claver en Terrassa, diseñador y profesor con diez años más de experiencia que yo, de quién aprendí muchísimo. A pesar de que ya había trabajado en algún proyecto de señalización anteriormente, fue con Eduard con quién aprendí a gestionar este tipo de proyectos, que suelen implicar muchos agentes diferentes. Juntos desarrollamos proyectos como el del Teatro Principal de Sabadell o el Hospital de Granollers, entre otros.

Más adelante, compartí espacio con otros profesores de BAU, como Mariona Garcia, Mireia Pérez o David Torrents. Fue una época muy enriquecedora tanto a nivel personal como profesional. Precisamente con Mariona y Mireia desarrollamos todo el proyecto de Marina Port Vell y de One Ocean en Barcelona. Si con Eduard aprendí mucho, con Mariona, más.

Después de cursar un máster de Investigación en Arte y Diseño, especializándome en la evolución de las formas históricas del alfabeto latino, he continuado ejerciendo de profesor en asignaturas relacionadas con proyectos, expresión gráfica, tipografía y conceptualización de ideas.

Actualmente, compagino la docencia con el trabajo de diseñador, ampliando o reduciendo los equipos según las necesidades de cada proyecto.

 

P. Dentro del diseño gráfico, tu especialidad es la tipografía, la señalización y el packaging. ¿Dirías que hay alguna conexión entre estas tres tipologías de aplicaciones al diseño?

R. Siempre he entendido el diseño no tanto como una arte plástica, sino como una herramienta de comunicación visual y, como tal, con una función comunicativa clara; entendiendo la comunicación en su registro más amplio, no solo desde una perspectiva funcional e informativa, sino también en relación con el rico abanico de matices no verbales que cualquier pieza de diseño puede ofrecer. Esto incluye, evidentemente, ámbitos como la señalización o las intervenciones gráficas en espacios, la información gráfica de un embalaje o la legibilidad y expresividad de una palabra o de una tipografía.

 

P. Mirando tu perfil de Instagram, ya se puede apreciar que muestras un fuerte interés por la simbología que hay detrás las letras. ¿Crees que todos los estímulos visuales que nos rodean son más importantes de lo que a priori pensamos?

R. Más que de simbolismo, hablaría de significado. Cualquier intervención gráfica, como decía, nos aporta muchas capas de significado. La tipografía, en concreto, o cualquier otro formato de letra, como la caligrafía o la rotulación, nos ofrece como mínimo cuatro niveles: el informativo, que nos indica qué dice el texto; el semántico, que nos transmite qué comunican sus formas; el estético, la calidad visual que nos transmite; y el histórico, que nos sitúa en su contexto temporal.

Y sí, estos aspectos son de una importancia capital. Me entran escalofríos cuando veo la poca sensibilidad que se tiene y el poco valor que se da a las rotulaciones antiguas o a las de los antiguos comercios, que forman parte de nuestra historia como sociedad. Considero que tendrían que estar catalogados y protegidos, igual que lo está (o tendría que estar) nuestro patrimonio arquitectónico.

 

P. Teniendo en cuenta la gran variedad de proyectos que llevas a cabo y de índole tan diferente los unos de los otros, ¿qué es lo que dirías que disfrutas más?

R. Disfruto mucho haciendo de profesor. De verdad, es vocacional, y me apasiona. Como diseñador, también disfruto especialmente de los proyectos que integran la gráfica dentro de otras disciplinas, especialmente en el ámbito del espacio y la arquitectura. El paisajismo y el urbanismo son temas que me interesan mucho.

Creo que es precisamente la suma de proyectos lo que más me ha marcado: la conexión entre ellos y su relación con la arquitectura. Esta intersección de disciplinas es lo que me resulta más enriquecedor.

 

P. En BAU, no solo eres docente en el Grado en Diseño, sino también en dos Másters diferentes: Diseño Gráfico y Diseño de Branding y Packaging. Conoces bien cómo funciona la docencia en el centro. ¿Cómo dirías que es el diseño que se divulga desde BAU?

R. Creo que la docencia en el Grado y en los Másters es un poco diferente. Quizás en los Másters es más profesionalizadora, mientras que en la de Grado se intenta cultivar el crecimiento intelectual de los alumnos. Tiene sentido, ¿no?

Ahora, en general, me siento muy cómodo en BAU, cabe decir que la enseñanza aquí en el centro es de un alto nivel y la energía que se percibe a los pasillos es increíble.

 

P. Y precisamente por eso, ¿cómo definirías a los jóvenes diseñadores que salen de aquí? ¿Qué podrías decir de ellos y su aportación a las artes gráficas del futuro?

R. Honestamente, creo que las diseñadoras que se forman en BAU son la punta de lanza del pensamiento en el diseño moderno actual. No solo crecen profesionalmente, sino que la perspectiva que tienen ya no sobre el diseño, sino sobre la sociedad, la ética, la cultura, es reconfortante.

Esperemos que sean capaces de gestionar todo este potencial de la mejor manera posible para contribuir a construir una sociedad mejor en el futuro.

 

Fotografías:

– «Parking edifici Aribau 195», por Adrià Goula. Arquitectura de SCOB; cliente: Zurich.
– «Marina Port Vell», por Josep Casanova. Arquitectura de SCOB
– «Edifici Marina Port Vell», por Josep Casanova. Arquitectura de SCOB.
– «OneCowork. OneOcean Port Vell», por Josep Casanova. Caligrafía de Oriol Miró.
– «Casa Pich i Pon», por Josep Casanova. Ilustración de Mr. Andreu; Arquitectura de SCOB.

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