«El mismo que viste y calza». Se dice cuando se quiere ratificar la identidad de uno mismo o de quien se refiere. No el que habla, ni el que toca, ni el que camina: el que viste. Parece un movimiento osado postular tal principio, ya que, teniendo en cuenta la sociedad en la que vivimos tan materialista y censora, hay que forzarse por mantener un espíritu crítico ante cualquier comentario referido al aspecto y que vaya con acritud. No obstante, es una realidad que lo primero que ve un desconocido de ti es tu imagen y, por ende, tu ropa: te define y, si te pones en serio, tiene la capacidad de transmitir tu mensaje personal al mundo, si es lo que buscas. Los estudiantes del Grado en Diseño de Moda tienen la suerte de contar como profesora a Bet Coll-Vinent, nada más y nada menos que la Social Media Manager de la marca Rosa Clará.
P. ¿Puedes explicar brevemente tu recorrido laboral? ¿Cuando supiste que querías dedicarte exclusivamente a la comunicación en moda?
R. Actualmente, trabajo como jefa de redes sociales en la marca nupcial Rosa Clará y lo compagino con la docencia en BAU y también, puntualmente, escribo en el Diari ARA sobre moda y tendencias en clave divulgativa. Siempre había sabido que quería dedicarme a la moda, pero no tenía claro de qué manera quería aproximarme. ¿Desde el diseño, desde la comunicación, desde el business, desde la academia? Es por eso que primero me gradué en Periodismo y Humanidades para poder tener unas nociones más generales de todo lo que constituía y rodeaba la moda antes de ponerme a estudiar la moda en sí. Posteriormente, hice un máster en Comunicación y Marketing de Moda y también un breve cursillo sobre la historia de la moda y de las tendencias, que ya me dirigieron completamente hacia mi pasión.
P. ¿Dirías que la comunicación en moda es todo un género en sí mismo?
R. ¡Sí! La comunicación de moda es crucial tanto para hacer crecer como para mantener viva una marca de moda. Actualmente, por suerte, ya está muy establecido que en todas las marcas de moda hace falta que haya una persona de comunicación, pero no siempre se ha visto tan evidente y esto ha ido claramente en detrimento del buen funcionamiento de una marca. De nada sirve hacer cosas y sacar colecciones si estas no se comunican adecuadamente y en el momento que toca al consumidor y a los medios.
P. ¿Cómo llevas la estrategia de comunicación de una firma tan consolidada como es Rosa Clará? ¿Dirías que hay una serie de puntos clave a tener en cuenta?
R. El mundo de la novia es un mundo muy tradicional y definido, donde no solo mandan los valores de marca, sino los valores que la sociedad asocia al acto de casarse. El ejercicio comunicativo consiste en encontrar constantemente el equilibrio entre la tradición que nos sustenta como marca de novias y el afán de aproximarnos a unas generaciones más jóvenes que muy acertadamente replantean y cuestionan qué quiere decir esto de vestirse de novia.
P. En BAU, estás dando clases enfocadas al marketing a jóvenes diseñadoras y diseñadores de moda. ¿Por qué crees que es necesario que tengan este tipo de conocimientos, a pesar de que no sea el campo al que se dedicarán en su futuro laboral? Al menos, a priori.
R. Lo que más me gusta del marketing es que siempre busca la mejor manera de compaginar creatividad y rentabilidad. A pesar de que parezca que solo se preocupa para conseguir ventas, el marketing también es el encargado de fusionar las ideas y la genialidad del diseñador con el gusto y la necesidad del consumidor y, en consecuencia, hacer la moda más terrenal y coherente.
P. Vivimos en un momento donde las marcas de moda actuales se consolidan en las redes sociales -pienso, por ejemplo, en firmas más jóvenes como Gimaguas o Pepa Salazar, los ascensos de las cuales estuvieron intrínsecamente relacionados con el papel que ciertas estrellas/influencers tuvieron en este hecho al compartir fotos con sus diseños-. Sabiendo esto, ¿crees que nos encontramos en una “época dorada” para las marcas emergentes y la moda en general?
R. Nos encontramos en un momento en que es muy fácil y rápido tener un boom en redes. Las barreras de entrada son muy bajas y, por lo tanto, cualquier marca con cierta gracia y diferenciación a la hora de comunicar tendrá todos los números para viralizarse e Internet. Ahora bien, todos sabemos que de views, likes y reconocimiento no sobrevive una marca; también es importante que el impacto que se genera en las redes sociales se traduzca en ventas. El trabajo que hacen los estilistas a la hora de vestir a grandes celebrities con marcas más locales es importantísima, puesto que esto da visibilidad y notoriedad de marca y es un primer paso para despertar la atención de los medios y del consumidor final. Para consolidar este boom, harán falta más cosas como por ejemplo: coherencia de marca, presupuesto, contactos, ideas que encajen bien con el target al que te dirijas, etc.