Después de un curso excepcional marcado por las múltiples restricciones derivadas de la pandemia, el alumnado de Másters y Posgrados y del Diploma en Diseño Gráfico de BAU vivió el pasado 22 de junio la mejor clausura posible tras meses de mucho trabajo en circunstancias adversas.
Estudiantes, coordinadores y docentes de las titulaciones protagonizaron una velada cálida y emotiva definida por la alegría de haber superado un curso muy difícil. Un final feliz para un reto extraordinario que solo ha sido posible gracias al esfuerzo, la pasión y los sacrificios de todas y cada una de las personas implicadas.
Una generación valiente y comprometida
La directora del centro, Elisabeth Plantada, destacó precisamente que la COVID “nos ha puesto a prueba como nunca y hemos reaccionado con una gran capacidad de resiliencia”, ya que, añadió, “adaptarnos a las circunstancias y responder con agilidad e imaginación forma parte de nuestro ADN”.
De entre todas las lecciones que deja el curso, Plantada subrayó que “hemos aprendido que somos fuertes desde la unidad y que la colaboración entre personas es esencial para superar grandes adversidades”.
A la vez, recordó al alumnado que el título les sitúa “en una posición privilegiada y estimulante para afrontar retos futuros, preparados para asumir la responsabilidad de aportar propuestas creativas e innovadoras para que contribuyan al bienestar de las personas y la transformación social”.
Una noche de emociones y reconocimiento
El acto, celebrado en el Espacio polivalente de BAU, sirvió de clausura para el Diploma en Diseño Gráfico, para los Másters en Diseño de Branding y Packaging, en Digital Experience Design, en Motion Graphics Design, en Animación Stop Motion, en Ilustración Creativa, en Diseño Gráfico, y en Project Management BIM en Espacios Sostenibles; y para el Posgrado en Comunicación y Creación de Contenidos Digitales.
Los parlamentos de los coordinadores y la entrega de los títulos y de una fotografía de recuerdo para cada estudiante dieron paso a una cena (con sesión de DJ en directo) en la nave central de BAU donde el público compartió experiencias y todo el mundo se despidió con una sonrisa de oreja a oreja de un curso que deja un sabor bien dulce y la sensación de haber completado una experiencia única a nivel tanto personal como académico.